En un bol grande, mezclar una taza de harina con 1/2 cda pequeña de ajo en polvo, 1 cda pequeña de romero, dos pellizcos de perejil y dos toques de pimentón dulce.
Mezclar y añadir una cucharada pequeña de levadura en polvo
Añadir 2 cdas soperas de aceite de oliva, mezclamos.
Añadir 1/3 de taza de agua (la misma taza con la que medimos la harina) y mezclamos con una pala de madera.
Cuando la masa empiece a crearse como una bola pegajosa, retirar la pala y usar las manos.
Ahora, añadir una capa fina de harina por encima de la bola y volver a amasar, hasta conseguir una masa suave y moldeable. Si se pega demasiado, añadir un poquito más de harina hasta poder amasar bien. Toda la harina debe estar adherida y no debe desprenderse o quebrarse con facilidad. Si pasa, es que falta hidratación y/o grasa a la masa.
Ahora, estirar con un rodillo, dándole una forma alargada y redondeada.
Colocar la masa sobre la bandeja, con el papel de horno puesto.
Añadir el calabacín y el tomate en rodajas.
Pintar con aceite de oliva toda la superficie de la masa y las verduras, y sazonar con una pizca de sal y romero.
Hornear por encima y por abajo, a 180 grados, hasta que la masa dore por todos lados, y las verduras estén tiernas. Poner a fuego medio-bajo por abajo y después dora por arriba con un último golpe de calor de los fogones superiores.
Retirar del horno cuando esté tostado y ¡listo! Puedes elegir comerlo caliente o del tiempo.