Reservar el pescado, sacar la bandeja del horno y poner a precalentar a 200 ºC.
Pelar las papas y las cortar en rodajas.
En la bandeja del horno, poner una base de papel de aluminio y color las papas.
Añadir un poco de aceite de oliva y una pizca de sal. Echar primero el aceite y luego la sal, porque si se hace al revés, la sal cae a la bandeja y hay que volver a echar.
Poner a asar las papas durante unos 20 minutos. Mientras tanto, picar el ajo y el perejil muy finitos y exprimir el limón.
Extender las sardinas sobre un plato y echar por encima en primer lugar un poco de aceite de oliva y luego el jugo del limón. A continuación añadir un poco de sal, el ajo y el perejil.
Sacar la bandeja del horno y poner las sardinas sobre las papas. Dejar que se asen entre 5 y 10 minutos. Esto depende del tamaño de la sardina.